domingo, 31 de enero de 2016

IMPACTO DE LOS ACCIDENTES DE TRABAJO Y ENFERMEDADES OCUPACIONALES

ING. ROLANDO ANDOA CARRILLO, CONSULTOR  ISSO-IMERAC

La Organización Internacional de Trabajo (OIT) estima que en el mundo se produce una muerte cada 15 segundos y 6,000 muertes por día como resultado de accidentes y enfermedades profesionales. Dichas cifras indican que la ausencia de medidas de seguridad y salud en el trabajo, pueden ser muy nocivas para la sociedad en general.
Los accidentes o los problemas de salud relacionados con el trabajo, además de afectar el capital humano de nuestra sociedad, generan costos innecesarios para las empresas y el Estado.

En nuestro país, el ausentismo laboral entre la población asegurada viene generando a las empresas costos superiores a los 400 millones de soles anuales. Mientras que las instituciones de la seguridad social incurren en gastos superiores a los 500 millones de soles por el pago de los subsidios que deben efectuarse a consecuencia de los accidentes y enfermedades ocupacionales.




El costo global de esas adversidades, propiciadas por malas prácticas de seguridad y salud, se estima en un 4% del Producto Bruto Interno (PBI) al año.
En tales circunstancias, los accidentes o las enfermedades relacionadas con el trabajo son muy costosas y pueden tener consecuencias graves, tanto directas como indirectas, en las vidas de sus trabajadores y sus familias.
Para los trabajadores, una enfermedad o un accidente laboral suponen además del dolor y el padecimiento de la lesión o la enfermedad, la pérdida de ingresos, la posible falta del empleo y los gastos que acarrean la atención médica, entre otros costos.
Sin embargo, las enfermedades o los accidentes laborales pueden tener costos indirectos tan altos que a menudo son difíciles de calcular. Uno de ellos es el padecimiento humano que se causa en las familias de los trabajadores, que no se puede compensar con dinero.
Se estima que los costos de los accidentes laborales para los empleadores también son enormes. Por ejemplo, en una pequeña empresa, el gasto de tan solo un accidente puede suponer una crisis financiera.
Algunos de los costos que deben asumir éstos son el tener que pagar por un trabajo no realizado y por tratamientos médicos e indemnizaciones la reparación o la sustitución de máquinas y equipos dañados, entre otros.
Además, están la disminución o interrupción temporal de la producción, el aumento de los gastos en formación y administración y la posible disminución de la calidad del trabajo.
Y, dentro de los costos indirectos para los empleadores se pueden relacionar la sustitución del trabajador enfermo o lesionado y el tiempo que se invierte en capacitar a quien será su remplazo.
Por otro lado, las malas condiciones sanitarias y de seguridad en el lugar de trabajo también pueden influir negativamente en la imagen pública de la empresa.
En realidad nadie sabe realmente el precio total de los accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo porque, además de los costos directos más patentes, hay multitud de costos indirectos.
Los costos directos e indirectos en general son relativamente fáciles de medir, cuantificando el monto económico respectivamente. Sin embargo, existen múltiples efectos adicionales causados por los riesgos de trabajo que son mucho más complejos, abarcan varias áreas y son difíciles de cuantificar o ponderar. Estos efectos que generalmente pasan desapercibidos y no son evaluados en su justa magnitud, los denominaremos genéricamente como el impacto social de los Riesgos de Trabajo.
Evidentemente este impacto social se deriva de la suma de los costos directos más los efectos indirectos originados por los accidentes de trabajo y las enfermedades de trabajo.
Se han mencionado múltiples fenómenos adicionales cuya magnitud es muy difícil de precisar, pero que deben ser considerados y ponderados por su gran relevancia.

PARA EL TRABAJADOR:
Los efectos directas a su persona, a sus capacidades personales y a sus expectativas de desarrollo individual, tales como:
1) El sufrimiento físico y moral.
2) La disminución o pérdida de sus capacidades físicas.
3) La disminución de su vida productiva.
4) La restricción de su ingreso económico y presupuesto personal.
5) La disminución de sus expectativas de desarrollo personal.
6) La disminución de su esperanza y calidad de vida.

PARA LA FAMILIA:
La disminución de las expectativas de desarrollo de los miembros del núcleo familiar que dependen del trabajador, así como aparición de fenómenos de alteración de la dinámica familiar en relación con:
1) La disminución del ingreso y presupuesto familiar.
2) La presencia de disfunción familiar.

PARA LA SOCIEDAD:
Desde el punto de vista social, de acuerdo a la magnitud de las secuelas de los Riesgos de Trabajo y en forma inversamente proporcional a la efectividad de la rehabilitación se presentan habitualmente fenómenos tales como:
1) Discriminación laboral.
2) Segregación social.
3) Conductas antisociales.
4) Enfermedades o trastornos mentales.
5) Mortalidad prematura.
Esta son las razones para que los empleadores y los trabajadores sigan esforzándose en mejorar las condiciones de salud y seguridad y controlen en forma oportuna los riesgos en el lugar de trabajo, siempre que sea posible.
Como consultores en Seguridad y Salud  Ocupacional, muchas veces nos encontramos con la dificultad de sensibilizar a los empresarios de la necesidad de aplicar medidas preventivas por el “elevado costo” que pueden suponer.
Este elevado costo lo entrecomillo porque el primer concepto que hay que intentar es la de sensibilizar al empresario que la prevención no es un costo, sino una inversión.
Esta frase es muy bonita, pero no es un dogma de fe, y por tanto debemos ser capaces de demostrarla con números, de una manera seria y objetiva, y es que los costos de accidentalidad no se quedan únicamente en el ámbito empresarial, sino que afectan a la sociedad en general.


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