Ingeniero
Industrial, Técnico Superior de Prevención de Riesgos Laborales, Máster en
Organización Industrial.
El pasado 1 de
junio de 2.015 entró en vigor en Europa la Directiva
2012/18/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 4 de julio de 2012,
relativa al control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los
que intervengan sustancias peligrosas.( conocida coloquialmente como Directiva SEVESO III)
Esta Directiva
pone de manifiesto la necesidad de seguir avanzando en la mejora de los
sistemas de gestión de la seguridad en aquéllas instalaciones de proceso, en
las que por la peligrosidad de las sustancias que se manipulan, pueden dar
lugar a escenarios accidentales que pongan en peligro la vida de las personas
en las poblaciones cercanas.
No es objeto de
este artículo analizar una Normativa concreta, pero si considero que resulta
conveniente aprovechar la publicación de esta nueva norma a fin de poner de
manifiesto algunas de las particulares que presentan las instalaciones a las
que afecta.
Centrando la atención en Perú, la
Ley 29783 es de aplicación a todo tipo de de actividades empresariales. Afecta
tanto a actividades de muy alto riesgo, como puede ser
una empresa que manipula productos químicos peligrosos, como a otras
actividades de bajo riesgo, como por ejemplo un edificio de oficinas en el que se desarrollan actividades
administrativa.
Los profesionales de la Seguridad y Salud en el Trabajo con frecuencia
nos enfrentamos a instalaciones de proceso en las que, debido a la presencia de
sustancias peligrosa en cantidades elevadas, las consecuencias de los potenciales
accidentes adquieren dimensiones catastróficas. En este tipo de instalaciones
los accidentes pueden afectar, no solo a los propios trabajadores cercanos al
riesgo, sino que también pueden resultar afectadas personas que, en principio,
se podrían considerar alejadas del riesgo. Este tipo de instalaciones presentan
por tanto características singulares, ya que
debido al alcance de los efectos del accidente es
previsible que se produzcan víctimas entre los habitantes de las poblaciones
cercanas. No solo se debe gestionar el riesgo para los trabajadores, sino que
también se debe gestionar el riesgo que afecta a personas ajenas a la actividad
que se desarrolla.
Si bien es cierto que existen normativas sectoriales para este tipo de
instalaciones, como pueden ser la legislaciones medioambientales o de defensa
civil, no es menos cierto que la experiencia demuestra que en el momento en que
en una empresa existen responsables de prevenir y gestionar la seguridad
laboral, son estos últimos los que también
asumen la responsabilidad de prevenir y controlar los riesgos de las instalaciones
de proceso.
En este sentido, los profesionales que nos dedicamos a la Seguridad y
Salud debemos tener presente algunas consideraciones cuando nos enfrentarnos a
instalaciones de alto riesgo por la presencia de sustancias peligrosas en
cantidades elevadas.
Vamos a revisar en este artículo tres elementos o puntos esenciales:
- Análisis del
riesgo.
- Métricas o
indicadores de gestión.
- Información al
público interesado.
Análisis del
riesgo.
En primer lugar, a la hora de realizar un análisis de riesgos habitualmente
estamos acostumbrados a identificar los riesgos cercanos al trabajador, es
decir, identificamos fácilmente aquéllos peligros que afectan directamente a un
trabajador, o un grupo de trabajadores.
Pero en el tipo de instalaciones que estamos tratando también debemos
analizar los riesgos que presenta el proceso en su conjunto. Estos riesgos no
son fáciles de identificar porque en muchas ocasiones no afectan de forma
directa al trabajador y pueden pasar desapercibidos. Para realizar el análisis
de los riesgos del proceso en su conjunto se deben emplear metodologías menos
habituales.
Los objetivos del
análisis de riesgos en estos casos consisten en identificar los accidentes
graves que puedan ocurrir en el establecimiento, así como el cálculo de las
consecuencias y el nivel de riesgo, en el exterior del establecimiento.
Para realizar estos
análisis existen guías específicas de reconocido prestigio internacional.
Un ejemplo de una de
ellas es la siguiente guía publicada por TNO:
"Guidelines for
quantitative risk assessment “Purple Book”. CPR 18E Committee for the Prevention
of Disasters. 1999 - TNO
TNO es un instituto
de investigación (Organismo del Gobierno de Holanda) para la industria, que
traduce conocimientos científicos en aplicaciones prácticas. Ha publicado
varios libros como el “GreenBook”, “RedBook”, “YellowBook” y el “PurpleBook”,
en los que se desarrollan modelos de efectos y consecuencias ampliamente
utilizados en materia de análisis de riesgos.
Para realiza este
tipo de análisis de riesgos los pasos a seguir son los siguientes:
§
Seleccionar los posibles sucesos
accidentales que podrían desarrollarse.
§
Determinar la frecuencia con la
que pueden ocurrir los sucesos accidentales.
§
Determinar las consecuencias en
caso de que se produzcan dichos sucesos accidentales.
La tarea de
identificación de los sucesos accidentales es
compleja debido al número de variables que determinan el riesgo, y
crítica, debido a que los resultados pueden variar sustancialmente dependiendo
de cómo se haga esta selección.
Para poder calcular
las frecuencias de los sucesos accidentales, conviene aplicar la técnica del Árbol de Sucesos
(también llamados Árboles de Eventos) que nos permite estimar la frecuencia de
ocurrencia de los sucesos accidentales, incluyendo todas las salvaguardas
tecnológicas de mitigación presentes.
Finalmente, para realizar el cálculo de consecuencias se emplean modelos
de simulación computacional. Estos modelos nos permiten determinar los daños
sobre la población, los bienes y el medio ambiente en función de los valores que alcanzan determinadas
variables. Algunos ejemplos de las variables que se utilizan son: la radiación
térmica, en caso de incendio; el aumento de presión, el impulso y alcance de
los proyectiles, en caso de explosiones; la concentración y el tiempo de
exposición, en caso de formación de una nube tóxica.
Existen programas
gratuitos que nos permiten realizar este tipo de cálculos, como por ejemplo el
programa ALHOHA (Areal Locations of Hazardous Atmosphere), que ha sido
desarrollado por la EPA (Environmental
Protection Agency) y la NOAA (National
Oceanic and Atmospheric Administration) de los E.E.U.U, gozando de un
reconocido prestigio internacional.
Se puede descargar
de forma gratuita desde la página Web de la EPA, está específicamente diseñado
para su aplicación en escenarios accidentales, pudiendo simular emisiones desde
tuberías y recipientes utilizados en la industria o derrames que formen charcos
y su posterior dispersión en la atmósfera, tanto de nubes neutras como de
densas.
Métricas o
indicadores de gestión.
En las instalaciones de proceso a las que nos referimos en este
artículo, los buenos resultados obtenidos para los indicadores de gestión que
habitualmente se utilizan para medir la eficiencia de los sistemas de gestión
de la seguridad laboral, pueden conducir a que la organización baje la guardia
debido a la falsa creencia de que la reducción de los accidentes laborales puede
ser interpretada como que la gestión de la seguridad del proceso se está
realizando de forma correcta. Esto puede llevar a una falsa sensación de seguridad,
de manera que la sensación de vulnerabilidad necesaria para una adecuada
gestión se vea disminuida.
Este problema ha sido tratado por el Center for Chemical Process Safety en su guía técnica "Guidelines for Risk Based Process
Safety".
El problema radica en que los indicadores de gestión que se utilizan
para medir la eficiencia de los sistemas de gestión de seguridad laboral son indicadores
rezagados, los cuales son óptimos para
ser empleados en sistemas de gestión de seguridad laboral pero no son
adecuados para medir los avances en la
gestión de la seguridad del proceso.
Los indicadores rezagados son índices que analizan el pasado. Con el
análisis de estos indicadores podemos concluir si las actuaciones que hemos llevado
a cabo nos han permitido mejorar los resultados o, si por el contrario, no se
ha producido una mejora.
Estos indicadores son adecuados para medir sucesos que presentan una
frecuencia de ocurrencia de uno o varios sucesos al año. Por consiguiente en el
caso de la accidentalidad laboral son
adecuados ya que es previsible tener uno o más de un accidente al año.
Sin embargo, en el caso del tipo de accidentes que estamos tratando en
este artículo, debido al tipo de equipamiento y la tecnología que se utiliza en
estas instalaciones de proceso en las que intervienen sustancias peligrosas, la
frecuencia de ocurrencia de los accidentes graves es del orden magnitud
entre 10-3 y 10-6
sucesos al año, es decir, son sucesos muy improbables y por ello, lo normal, es
que en 1 año no se registre ningún suceso accidental. Ahora bien, que no se
produzcan este tipo de accidentes no se debe interpretar como que es debido a
nuestra buena gestión, sino que lo más probable es que se deba a la propia
naturaleza del riesgo, es decir, debido a su baja probabilidad de ocurrencia lo
más probable es que en el periodo de tiempo que hemos medido no se presenten
este tipo de sucesos de tan baja frecuencia de ocurrencia.
Por este motivo desde el Center
for Chemical Process Safety se recomienda para este tipo de instalaciones
utilizar, además de los indicadores rezagados, también indicadores adelantados
(leading
indicators), es decir, indicadores que nos permiten evaluar la eficiencia de
nuestra gestión aunque no podamos evidenciar una disminución de los sucesos accidentes.
Algunos
ejemplos de estos indicadores
recomendados por el Center for Chemical Process Safety, son
los siguientes:
- Frecuencia con la que los miembros del Consejo de
Dirección participan en reuniones que abordan problemas de seguridad.
- Tiempo
medio en completar la investigación
de los incidentes o accidentes.
- Tiempo medio en
implementar las recomendaciones que surgen en las reuniones de seguridad,
así como en las conclusiones de las investigaciones.
- Número de
sugerencias para la mejora de la seguridad del proceso que se presentan
cada mes.
- Porcentaje de
sugerencias para la mejora de la seguridad del proceso aceptadas.
- Porcentaje de
sugerencias para la mejora de la seguridad del proceso aceptada que han
sido implementadas finalmente.
- El número de
artículos técnicos de seguridad consultados y compartidos por el personal técnico en el último año.
Información al
público interesado
En el tipo de
instalaciones que nos ocupa, debido a que las consecuencias de los potenciales
accidentes afectan a la seguridad de las personas en las poblaciones cercanas,
es de vital importancia tener presente tal circunstancia a la hora realizar una
adecuada gestión de la seguridad del proceso.
El público
interesado está formado tanto por los trabajadores del propio establecimiento
como por la población del entorno que, de acuerdo a los estudios de análisis de
riesgo y consecuencias, podría sufrir sobre su salud los efectos de un posible
accidente grave.
El público
afectado, incluyendo el que se encuentre en todos los edificios y zonas de uso
público, como escuelas y hospitales, y en todos los situados en las
inmediaciones, debe recibir periódicamente, por el medio más adecuado y sin que
tengan que solicitarla, información clara y comprensible sobre las medidas de
seguridad y el comportamiento que debe adoptarse en caso de accidente grave.
A continuación
se indican algunos ejemplos de la información que se debe facilitar:
- Explicación en términos sencillos de la actividad o
actividades llevadas a cabo en el establecimiento.
- Los nombres comunes
de las sustancias peligrosas que puedan dar lugar a un accidente
grave, indicando sus principales características peligrosas, en términos
sencillos.
- Información general sobre la naturaleza de los
peligros de accidente grave, incluidos sus efectos potenciales para la
salud humana y resumen de los principales tipos de escenarios de accidente
grave y las medidas de control adoptadas en previsión de ellos.
- Información general sobre el modo en que se avisará al
público interesado.
- Información adecuada sobre el comportamiento apropiado
en caso de accidente
- La fecha de la última revisión de las instalaciones y
declaración de conformidad de las autoridades competentes.
- Información detallada sobre el modo de conseguir mayor
información al respecto.
Como conclusión
final de este artículo me gustaría que los profesionales que debemos garantizar la seguridad y salud de las
personas tengamos presente que, en determinado
tipo de instalaciones, la gestión de la seguridad no se debe limitar únicamente
a la seguridad de los trabajadores. En este tipo de instalaciones, debido a la
importancia de lo que está en juego (la seguridad de la población en general),
debemos emplear métodos de análisis de riesgos avanzados, no nos debemos
limitar a emplear métodos de análisis cualitativos y/o semi-cuantitativos con
los que estamos más familiarizados, sino que es necesario cuantificar el nivel
de riesgo en el exterior de las instalaciones mediante métodos de análisis
cuantitativo que debemos conocer.
Por último y
más importante, los profesionales debemos evitar que la Dirección de la empresa
se ampare en los buenos resultados obtenidos respecto a la seguridad laboral como
excusa para justificar una reducción de
los recursos y el esfuerzo dedicado a la mejorara la seguridad del
proceso, bajo la falsa creencia de que
si no hemos sufrido ningún accidente grave con afección al exterior ello debido
a la buena gestión desarrollada.
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